Los aficionados al ciclismo identifican los Lagos de Covadonga como una etapa mítica reconocida mundialmente. Desde que el 2 de mayo de 1983 fue incluida como llegada de la Vuelta a España, con victoria de Marino Lejarreta, se convirtió en la prueba reina de esta carrera.
Ahora bien, ¿es posible realizar esta subida sin ser un ciclista profesional en plena forma? ¿Qué características tiene este desafío?
Lagos de Covadonga, deporte y turismo
El Santuario de Covadonga es una visita imprescindible en Asturias. Situado en el Parque Nacional de los Picos de Europa, combina patrimonio, religión y carisma con un entorno natural maravilloso. Tras viajar en tren a Asturias, se convierte en una vivencia irrenunciable para cualquier turista. Además, los amantes del turismo de aventura —especialmente, los ciclistas— suelen fantasear con la posibilidad de culminar este ascenso a pedales. Desde esa victoria inicial de Lejarreta en el 83, permanecen en el imaginario colectivo las imágenes incomparables de subidas esforzadas, triunfos épicos y paisajes fascinantes.
Los cicloturistas ansían recorrer en bici las exigentes carreteras que conducen hacia los Lagos de Covadonga y encumbrarse entre su exuberante belleza. ¿Es una opción real o una ilusión inalcanzable para la mayoría? Te invitamos a descubrirlo.
¿Es viable subir en bici a los Lagos de Covadonga?
Si quieres vivir tu propia etapa en bici hasta Covadonga en modo competición, tendrás que estar en plena forma y habituado a los esfuerzos más prolongados con la bicicleta. El esloveno Primoz Roglic, del equipo Jumbo-Visma, fue el ganador de esta etapa en la última Vuelta a España. Aunque no te plantees marcarte el mismo ritmo, las rampas y la exigencia a las que te enfrentarás te lo pondrán complicado. Sin embargo, es una ruta ciclista factible si tienes cierta experiencia.
Hay un truco que puede ayudarte a disfrutar al máximo de este ascenso: utilizar una bicicleta eléctrica. No recibirás una medalla al deportista del año, pero podrás vivir esta experiencia de una forma más asequible y viable. ¡Las vistas y las sensaciones que te inundarán merecen esta iniciativa!
En todo caso, sé realista: utilizar un bici eléctrica no supone ahorrarte el pedaleo por completo. Igualmente, tendrás que esforzarte al máximo en varias partes del recorrido. Afortunadamente, podrás recuperar fuerzas tras semejante desgaste con la fantástica gastronomía autóctona. Premia tu esfuerzo con un riquísimo cachopo asturiano tras haber coronado esta cima.
¿Cómo es esta ruta?
Esta subida de 14 kilómetros y con un desnivel de 928 metros, comienza en el cartel señalizador de la localidad de Covadonga. Durante el primer kilómetro y hasta la rotonda que lleva a la carretera de los Lagos, te enfrentarás a un pequeño desnivel.
Los 5 kilómetros siguientes son impresionantes: el bosque circundante es precioso y pedalearás en sombra. Eso sí, las pendientes aumentan un poco.
Al pasar junto al Mirador de los Canónigos, verás la Basílica de Covadonga y su verde entorno en formato panorámico. Aprovecha, porque enseguida llega La Huesera, la zona más exigente del ascenso, recorrerás un kilómetro y medio con el mayor desnivel.
A continuación, una sucesión de curvas de herradura te conducirán al Mirador de la Reina, reduciéndose la cuesta. Los siguientes 7 kilómetros te conducirán a los lagos Enol y Ercina. En este tramo, encontrarás las mejores vistas y algunas bajadas. Aquí tú decides en cuál de los dos lagos das por concluida tu aventura.
En definitiva, subir en bicicleta a los Lagos de Covadonga no es una utopía, pero tampoco está al alcance de todos. Utilizar una bici eléctrica es un recurso válido; aun así, sé consciente de que tendrás que dar pedales y esmerarte al máximo. El escenario y la satisfacción final merecen el esfuerzo. Si no te ves capaz, recurre a los autobuses lanzadera, un taxi o los minibuses disponibles en Cangas de Onís y Covadonga. Sea como sea, ¡no te pierdas esta experiencia a la asturiana!.