Siempre que podemos, nos gusta visitar Bulnes. El poder estar desconectados del mundo durante unas horas, en un pueblo en pleno corazón de los Picos de Europa, en el que no hay coches y casi sin cobertura telefónica es una sensación que debemos experimentar al menos una vez al año.
El camino para subir a Bulnes parte de Poncebos, en el concejo de Cabrales. Desde el principio de este viaje ya estábamos disfrutando de algunos de los paisajes de esta ruta, pero lo mejor estaba por llegar. Salimos desde Poncebos. 8 km. para llegar a Bulnes por el canal del Texu. Camino que los habitantes de Bulnes tenían que hacer para ir a la compra o bajar enfermos al hospital antes de que en el año 2001 entrara en funcionamiento el funicular.
Cruzamos el puente de La Jaya, sobre el río Cares. Un río de aguas cristalinas, de 54 km. de longitud y que nace en la localidad leonesa de Posada de Valdeón.
Seguimos nuestro camino y comienza el ascenso entre las espectaculares paredes calizas del desfiladero. A nuestra derecha tendremos siempre el río Bulnes o Texu. El desfiladero forma parte de la Ruta de la Reconquista. Por ese camino huyeron los musulmanes en el año 718 tras su derrota en la batalla de Covadonga.
Llegamos a Bulnes. A casi 650 m. sobre el nivel del mar.
Bulnes fue fundado por unos pastores de Arenas de Cabrales que decidieron vivir permanentemente en este lugar. En su momento contó con más de 50 habitantes. Actualmente, muchas de las casas del pueblo se han convertido en bares y alojamientos rurales. El pueblo todavía conserva parte de su encanto de los tiempos en el que la ganadería era su actividad principal.