La Universidad Laboral de Gijón nace en los años 40, en la inmediata posguerra, después de que un accidente laboral terminarse con la vida de algunos mineros de la cuenca del Caudal. Tras el funeral, Carlos Pinilla Turiño, subsecretario del Ministerio de Trabajo; Alejandro Semillero Guilhou; Álvaro Armada Ulloa, conde de Revillagigedo; y Ricardo Heredia Guilhou, conde de Benahavís; bajo la dirección de José María Fernández, se reunieron con el propósito de crear un orfanato que acogiera a las nuevas generaciones de los mineros fallecidos en accidentes laborales. Primero, con el nombre de Fundación José Antonio Girón, quien era el ministro de Trabajo por el aquel entonces, y después bajo el nombre de Universidad Laboral.
En este sentido, se desarollaron las diferentes dependencias donde se acogerían los cerca de mil alumnos, junto con una escuela, instalaciones deportivas, talleres industriales, etc. Así mismo, contaba este espacio con una granja que ocupaba cien hectáreas. El objetivo era crear una ciudad autosuficiente, encerrada sobre sí misma, donde poder formar a una juventud altamente cualificada para la minería.
Al tiempo que se iba construyendo el complejo, el Ministerio de Trabajo ordenó la creación de las Universidades Laborales que estarían destinadas a la formación profesional de la juventud. Se abandonó el proyecto inicial y la Compañía de Jesús asumió la dirección y la enseñanza en el centro, mientras que la Orden de las hermanas pobres de Santa Clara, conocidas como las Clarisas, tomaron el control de la intendencia. Sin embargo, en el año 1978, el personal docente se hizo con la dirección de la Universidad Laboral, y en el 1996 las monjas clarisas dejaron también el complejo.
En la década de los 80, el edificio había sido parcialmente abandonado cuando empezó a formar parte del Instituto Nacional de Enseñanzas Integradas, lo que provocó un progresivo desgaste hasta que, en el año 2001, pasó a manos del Gobierno de Asturias. El nuevo plan del Ejecutivo era la creación de un centro cultural con espacios para aprender y enseñar, para el consumo de productos y actividades culturales, para el intercambio de ideas y conocimiento. Así, se iniciaron nuevas obras en el año 2005 que acabaron dos años más tarde, en el 2007. Se creó el Centro de Artes a partir de las antiguas naves de formación profesional y una espléndida biblioteca; acoyiendo la sed de la Radiotelevisión del Principado de Asturias, el Centro Integrado de Formación Profesional, la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales, el Conservatoriu Profesional de Música y Danza y la Escuela Superior de Arte Dramático, entre otras cosas.
El diseño de la Universidad Laboral se lo debemos al arquitecto Luis Moya Blanco, quien concibió el edificio según la estética clasicista. Lo primero que llama la atención la es extraña disposición de la entrada, orientada en dirección opuesta a la ciudad. La intención era la misma que con el Partenón de Atenas: que fuera necesario bordearla por completo para apreciar su belleza antes de entrar. Todo el complejo se estructura según el patio centralque fae las funciones de plaza mayor de la ciudad. Llegamos a ser él tras pasar bajo una puerta de arco, sobre el cual encontramos un escudo con el águila de San Juan y el yugo y flechas de los Reyes Católicos, adornado, además, con dos ángeles.
A mano derecha tenemos el teatro, el cual sigue los modelos helenísticos de la Puerta del Mercado de Mileto, la Biblioteca de Éfeso y las medidas del mismo Partenón de Atenas. El cuerpo superior se compone, por un lado, de columnas de orden corintio, mientras que el interior está formado por columnas de orden toscano. El frontón del teatro está coronado por un gran escudo de España. En la actualidad, acoge funciones de teatro (tanto de fuera como de los alumnos de Escuela Superior de Arte Dramático), conciertos y películas. La acústica del teatro, además, es de alto nivel, potenciada mediante láminas de madera sobre fibra de vidrio.
Frente a la entrada principal, destaca la iglesia, con una planta elíptica de 807 metros cuadrados que le otorga el título de la mayor iglesia del mundo de estas características. Fue pensada para acoger a esos mil alumnos y docentes de quienes hablamos con anterioridad. Presenta, en su interior, los propios elementos de las primeras basílicas cristianas de Roma (pesbiterio, ambones, coro de cantores, galerías superiores etc.). En el exterior, por otro lado, luce una serie de estatuas y mosaicos, aparte de pinturas que las representen diferentes constelaciones del cielo, lo que destaca con el estilo sombrío del interior.
Para acabar, la torre, inspirada en obras arquitectónicas como el Faro de Alejandría, la Giralda de Sevilla y la Torre de Hércules, mide en total 129,25 metros de altura, añadiendo la aguja de 20 metros que la corona. Estos rasgos convierten al complejo en el edificio de piedra más alto de España y en el más alto, en general, de Asturias. Sin duda, merece pena subir hasta el piso más elevado, contemplar diferentes azulejos, cada uno diferente del otro y pintados a mano, y admirar diferentes edificios que constituyen el complejo de la Universidad Laboral.
