Yernes y Tameza es uno de los concejos más pequeños y desconocidos de Asturias. El municipio, que ocupa una superficie de 31,60 km², apenas cuenta con 132 vecinos. Una cifra que se ha ido reduciendo de forma casi constante desde la década de los 30, cuando alcanzó su cota máxima de población con 892 habitantes.
El escudo de Yernes y Tameza está partido horizontalmente y resume, en esencia, la historia de las tierras que ocupa. Por un lado, su pasado eclesiástico, representado en la Cruz de los Ángeles de la parte superior. El territorio de Yernes y Tameza dependió de la Iglesia hasta finales del siglo XVI, cuando, tras la desamortización ordenada por Felipe II, los vecinos compraron a la corona sus tierras por 12.691.922 maravedís.
En la parte inferior del escudo de Yernes y Tameza, concejo estrechamente vinculado a la agricultura y la ganadería, aparecen dos toros embistiéndose. Cuenta la historia que fue de esta manera como se delimitó la frontera del concejo con la vecina Proaza. Así, se pactó que dos toros, uno de cada jurisdicción, lucharían para establecer la frontera que dividiría ambos municipios. El límite quedaría establecido en el punto hasta donde llegase el toro vencedor. En representación del concejo compitió un toro de una capa pelirroja y del pueblo de Yernes. El toro tamezano era mucho menor en tamaño, como se refleja en el escudo, pero resulto vencedor en el envite, quedando fijada la frontera con el vecino concejo de Proaza donde hoy la conocemos.
